Los 3 bloqueos creativos más frecuentes (y… ¡8 más de regalo!)

Los 3 bloqueos creativos más frecuentes (y… ¡8 más de regalo!)

08/may/2017

Por nuestra experiencia facilitando sesiones de creatividad, hemos detectado que hay una serie de bloqueos e inhibidores del potencial creativo y de la dinámica para generar ideas. Hay algunos que son endógenos, es decir, los generamos nosotros/as, tienen que ver con nuestras propias creencias, nuestras propias emociones, en fin, que lo provocamos nosotros/as. Y otros bloqueos tienen mucho que ver con el entorno en el que estamos, que bien puede ser la empresa, la cultura, las relaciones sociales con la gente con la que nos relacionamos, el espacio físico

Recuerdo varias ocasiones en las que facilité sesiones de creatividad para generar ideas de negocio entre adolescentes y me sorprendió cuántos grupos de trabajo permanecían en silencio, sin anotar ni una sola idea, porque para todas tenían un "pero" en la intimidad de su cabeza, con lo que nunca abrían la boca. Esos chicos y chicas no se permitían dejar salir lo primero que les venía, dejarlo ir, soltarlo, o reconocerse que "la idea que voy a decir ya existe, no es nueva, ni original, ni molona, pero es una idea". Y esto no les pasa solo a los jovenzuelos y jovenzuelas de aquellas sesiones, nos pasa a todo el mundo. Creo recordar que de este punto (sacar lo obvio) ya hemos hablado en DOMO (por ejemplo, en el post La estrategia del "no se muy bien qué decir"), y es que este es el resultado limitante por excelencia. ¿Por qué pasa? ¿Qué hay detrás?

        • El miedo al error o al desprestigio
        • La vergüenza del "qué dirán"
        • La autodesetimación, es decir, la desestimación de uno/a mismo/a.

Para mí estos son los 3 bloqueos más frecuentes a nivel individual porque, en muchísimas ocasiones, van de la mano 2 de los 3 (miedo con vergüenza, miedo con baja autoestima...)

Pero no son los únicos bloqueos. A lo largo de los proyectos y formaciones que hemos realizado en DOMO, hemos detectado también (y en cada uno de ellos) estos otros que, a menudo, no son imperceptibles por parte de quien dinamiza:

    1. Inseguridad / desconocimiento sobre el contenido del reto: osea, no saber de "qué va esto" y entonces mejor me retiro y no digo nada, no vaya a ser que meta la pata. O bien, me voy a poner a estudiar "a saquete", porque hasta que no sea un experto en la materia no puedo aportar ninguna idea. ¡¡¡Graaaan error!!!
    2. Prisas o la falta de tiempo (urgencias): tenemos que hacerlo rápido y la presión nos hace tener en la cabeza más presente el reloj que el foco creativo. Normalmente, esto es una sensación de neblina, como si tu mente estuviera emborronada.
    3. Algunas creencias. ¿Cuáles? Pues puede haber muchas. Algunas de las que recientemente hemos escuchado son: "Hay que venir con corbata, así que no van a aceptar otro tipo de entorno que no sea una sala de juntas"; "estamos aquí para trabajar y no para divertirnos-jugar"; "sí, sí, esto es muy bonito pero luego quién lo aplica"… A estas frases les llamamos "Mataideas", y tendréis un post hablando de ellas.
    4. Exceso de (auto)exigencia: tiene que ver con el miedo al error. Ser muy exigente con uno/a mismo/a, con los demás, con el proceso o con el resultado implica un alto nivel de rigidez y tendencia a evitar la experimentación, entre otras muchas cosas. Si todo tiene que ser perfecto, el margen para errar es muy pequeño y, por tanto, "virgencita, virgencita, que me quede como estoy".
    5. Procrastinación: [definición RAE o información Wikipedia] es un bloqueo creativo derivado de la Cultura de la Urgencia, que, dicho a grandes rasgos, es aquella que no te permite invertir tiempo en la búsqueda de calidad del resultado, sino que lo importante es tener el resultado ayer. Está claro (y en DOMO siempre lo decimos) que el proceso creativo conlleva invertir tiempo en él. Generar gran cantidad de ideas es una cuestión de dedicación y, si tu tiempo está limitadísimo, la tendencia es a utilizar los hábitos y la zona de confort (mira nuestra #PIR 184) en lugar de crear novedades. Es decir: "ya lo haré a la próxima".
    6. Cansancio (físico y mental): hay momentos y momentos, y no todos son los idóneos para generar ideas "productivamente" (como para muchas otras cosas). Es necesario detectar si nuestro bloqueo viene del cansancio y jugar la baza de la incubación, como ya os hemos hecho mención en algún que otro post. [Generar ideas en 10 pasos o Donde la pasión te lleve]
    7. El Espacio (lugar): si son cerrados, sin luz natural, rígidos y/o con pocas posibilidades de modificarlos, nos provoca cierto constreñimiento. Al menos aunque sea en cuanto a inspiración. 

La falta de estímulos hace que nuestras opciones se agoten o que no se nos presenten con mucha facilidad. Los espacios estimulantes no sólo son aquellos que te inspiran ideas, sino aquellos en los que te permiten estar en TUS condiciones creativas idóneas.

8. Desconfianza / Desmotivación en el "para qué" generar ideas: este es un bloqueo muy frecuente en el entorno empresarial, en empresas cuyas culturas no son congruentes, culturas que predican unos valores de participación de sus usuarios internos y en las que luego no existen acciones reales alineadas a esa participación. Empresas en las que a los empleados se les pide solucionar un problema, generar ideas de mejora, generar alternativas para el negocio, etc… y cuyas ideas no van a ser valoradas posteriormente por quienes tienen capacidad de decisión (sin mencionar que la alternativa finalmente elegida no será ninguna de las que hayan salido de aquella participación). Entonces, "¿para qué?".

La mayor parte de los bloqueos en creatividad están relacionados unos con otros. No son compartimentos estancos, sino que más bien son como las muñecas Matrioskas: unas están dentro de las otras. Aun así, para gestionarlos primero hay que ser consciente de ellos, conocerlos y detectarlos, con lo que te invitamos a que, a partir de ahora, prestes un poquito más de atención. Desde luego, si necesitas ayuda, aquí estamos.

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