El arte de dialogar

El arte de dialogar

24/ene/2017

¿Cuanto tiempo hace que no te tomas un café con tu socio, con tu usuario final, tu proveedor, tu pareja, tu cliente o con una persona que quieras conocer y que la ves muy lejana?.  No hace falta que subas a esta montaña Asturiana para poder hacerlo, aunque tampoco estaría mal que lo probases y pusieses a prueba la fuerza de la madre naturaleza. 

El diálogo viene del Latín dialogus, que significa discurso racional o, ciencia ( logos) del discurso. El objetivo del diálogo es oponer dos discursos racionales y de esta manera llegar al consenso. En una entrevista publicada este fin de semana en El País al Papa Francisco, repetía la importancia de esta palabra en varias ocasiones y aunque me declaro gnóstico y las religiones pienso que deben de dar paso a una espiritualidad global, en esta parte coincido plenamente. 

En este mundo donde últimamente solo escucho hablar de transformación cultural, transformación digital, herramientas para comunicarse en equipo por remoto, estilo slack, trello, whastapp, skype,etc, la ausencia de dar solución a un problema que tengamos en ese momento con una taza de café, los móviles apagados y un tiempo limitado parece que es la última de todas.

Volver a lo básico y hacerlo simple, mi gran propósito del 2017​.

Ya sabéis que en DOMO hacemos lo que decimos y este ejercicio lo pongo en práctica desde que hemos comenzado este 2017, las reglas del juego son las siguientes:.

  1. ​Empezar la conversación apagando los móviles. 
  2. Mirarse a los ojos.
  3. 3 minutos para ver como estábamos cada uno, con la técnica de lo peor que te ha pasado en la semana, algo trivial que te llena y ese momento increíble que te ha hecho sentirte que puedes con todo.  ( esta técnica la aprendí en mis tres meses de convivencia con los Amazigh, es su forma de acabar cada día con sus familiares).  
  4. Aclarar entre los dos, el para que de nuestra reunión con el objetivo de estar alineados y que expectativas teníamos. 
  5. Respetar el turno de palabra y dejar terminar a la otra personas.
  6. Hacer un breve resumen de lo que hemos hablado. 
  7. Marcar plan de acción. 

En este 2017 lo he puesto en práctica con diferentes personas y el resultado  ha sido el siguiente

Con Cliente activo- Me sirvió para conocer sus problemas que esta atravesando a nivel familiar, el reto que quiere conseguir este año en su negocio, las cosas que le gustan de nuestro trabajo y las que quiere que mejoremos. 

Con Cliente potencial- Sacamos una propuesta a medida de las necesidades de ambos y un compromiso de empezar a trabajar en el mes de febrero. 

Con persona que quiero conocer- ​La propuesta le ha encantado, por su simpleza que no sencillez en estos tiempos y hemos quedado esta semana para disfrutar de nuestro momento. 

Si algo es unánime en este movimiento, es la cara de sorpresa de cada una de las personas con las que lo pongo en práctica, el lazo que se crea entre los dos, la sonrisa al acabar y su efecto domino, ya que mas de uno lo ha decidido seguir poniéndolo en práctica por su cuenta.

¿Te animas al ser el siguiente en disfrutar de este café conmigo?, ¿Te apetece ponerlo en práctica  y contárnoslo?, 


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