Coche eléctrico NO, inteligente SÍ

Coche eléctrico NO, inteligente SÍ

08/feb/2017

Que vivimos tiempos de cambio (o cambio de era) es un hecho. como lo es que estemos revisando los medios que utilizamos para transportarnos de un lugar a otro. Y como no podía ser de otra manera, revisar el coche es un "debe".

El coche eléctrico

En un primer momento las miradas en esta revisión iban dirigidas a la mejora de la emisión por parte de los coches de CO2 y otros gases de efecto invernadero, así como la no dependencia del petróleo como fuente de combustible. Y es con este foco como surge el coche eléctrico. Sus emisiones durante su uso son cero. Y subrayo lo de durante su uso, porque no es así en el resto de momentos del ciclo de vida del coche eléctrico.
No voy a hacer aquí una disertación sobre ecodiseño (lo dejo para otro post), pero sí decir de entrada que 

A la hora de extraer materiales y su transporte, transformación de esos materiales y su transporte, fabricación de componentes y su transporte, el montaje-ensamblaje, el transporte hasta el destino final, etc. A lo que hay que añadir el impacto de su desecho o fin de vida (reciclado o no, reutilización, etc).
Y si vamos más allá implica construcción y mantenimiento de carreteras y autopistas, concesionarios de vehículos, talleres de reparaciones, etc. con todo lo que esto trae consigo.
Pero no hace falta irse tan lejos.
Cuando hace unos años empecé a oír hablar del coche eléctrico, me dio la sensación de que esto así tal cual estaba planteado no iba a funcionar, que le faltaba algo. Y no me refiero a puntos de carga, ya que por mi trabajo estaba en contacto con empresas del sector, con acceso a información relevante y veía que eso llegaría más tarde o más pronto, si finalmente el coche eléctrico despegaba.
Pero lo que yo ponía en duda es que despegase tal cual estaba concebido. 

El simple hecho de que se sustituyese la fuente de energía para el motor no lo veía suficiente como para desbancar el modelo actual. 

Especialmente cuando la fuente de energía primaria seguía siendo la misma, centrales eléctricas que usan combustibles fósiles para generar energía, por ejemplo. Vamos, que la electricidad no viene aún exclusivamente de fuentes renovables.
Sí veo interesante el bajo impacto (económico y medioambiental) del mantenimiento. El motor y los elementos mecánicos del sistema motor del coche eléctrico no tiene los rozamientos ni la necesidad de líquidos que requiere un motor de combustión.
Aún así, creo que el debate sobre el futuro del coche se estaba generando únicamente en torno a aspectos medioambientales... hasta que llegó lo que yo llamo el "coche inteligente".

El coche inteligente

El coche inteligente tiene 3 características que me hacen pensar que sí formará parte de nuestro futuro porque sí satisface necesidades reales, dando además un salto cualitativo con los sistemas de transporte actuales.  Para mi el coche inteligente debe ser conectado, autónomo y sostenible.

Coche conectado

Conectado a Internet, pero también con otros coches y elementos (por ejemplo, mobiliario urbano). Esto es lo que permite un coche conectado y el boom del Internet de las Cosas. Sus ventajas son:

  • Mayor eficiencia: poder calcular tu ruta en función del tráfico, del tiempo atmosférico, del estado de la carretera, o poder encontrar a la primera plaza en un parking, etc. nos permitirá ahorrar tiempo y consumo.
  • Mayor seguridad: estar conectado permitirá recibir información precisa y en tiempo real que hará al coche tomar decisiones que aumentarán la seguridad.
  • Entretenimiento, ocio: no nos olvidemos que una conexión a Internet no solo te permite tener a tu hijo entretenido mientras realizas un viaje largo, si no que además hace posible que puedas consultar datos de los sitios por los que pasas (con realidad aumentada proyectada sobre el cristal), por ejemplo: ¿Te imaginas? "La montaña de enfrente se llama "Tal" y tiene 2.387 mts de altura, es famosa por ser la..." O "en 15 kms pasarás por León. Puedes visitar su barrio Húmedo, famoso por su ambiente de tapas..."
    Y así un largo etc.

Coche autónomo

Sin duda, uno de los avances disruptivos que me hacen pensar que esto sí será el futuro del coche.
Se trata básicamente de que tú no conduces, con lo 

  • ​Puedes ir haciendo un montón de cosas que antes no hacías, y por lo tanto aprovechas mejor tu tiempo.
  • No llegas tan cansado a destino con lo que disfrutas o rindes más.
  • No necesitarías carnet de conducir.
Pero es que nadie conduce, con lo que puedes hacer muchas cosas desde la intimidad que te dan los cristales tintados y la ausencia conductor "intruso" como cambiarte de ropa para ir del trabajo al gimnasio, sexo, reunión confidencial con cliente, y tantas cosas como tu imaginación te permita.
Y es que esta funcionalidad (la intimidad) es algo que no satisface prácticamente ningún transporte actual.


​Coche sostenible​

​En realidad ésta no es una cualidad que tengan que tener los coches inteligentes como tales, pero creo que en los tiempos que vienen, que los coches sean respetuosos con nuestro planeta (incluyendo a las personas que en el habitamos) es algo imprescindible, es una responsabilidad.
Cuando hablo de sostenible no me refiero a lo que emitan o no por su tubo de escape. Me refiero a cómo se gestiona todo su ciclo de vida, desde que se diseña el concepto, hasta que se retira de la circulación, pasando por el tipo de energía que usa para moverse, etc.

En cuanto a la energía, creo que el futuro al que vamos es que sean autónomos energéticamente. ¿Y que es esto? Así denomino a los coches que no requieren de una energía externa para moverse y alimentar todos los sistemas. Por ejemplo, serán coches que con su propio movimiento generan la energía para seguir moviéndose. Un concepto muy Cradle to cradle.
Mientras eso llega, podríamos hablar de coches movidos por energía renovable (solar o eléctrica con ese tipo de fuente primaria, por ejemplo).
Y dentro de la sostenibilidad meto el diseño centrado en las personas y su diversidad (Design for All o Diseño Universal). No es concebible que en el año 2017 haya que hacer coches segregadores: los convencionales y los adaptados a personas con necesidades especiales, más caros. Los coches deberán tener la flexibilidad suficiente para adaptarse a los distintos usuarios, y serán ellos mismos quienes lo adapten en tiempo real, en lugar de pedirlo adaptado de fábrica.
Por último, hablando de economía-ecología, está el car sharing: compartir un vehículo que no poseo en propiedad para evitar poseer un coche 7 días a la semana para usarlo solo uno. El coche compartido es ya otra realidad, que sin duda se ha visto favorecida por el cambio de paradigma de la sociedad hacia un paradigma más CO- y favorecida por otro lado por la tecnología que facilita ese compartir, de manera más ágil, eficiente y simple.
Pero podemos ir más allá y convertir al coche a un elemento activo de nuestro paisaje, que provee de wi-fi al resto de elementos y personas, o que limpia el aire de su alrededor mientras circula, que limpia la nieve mientras pasa, que hace de mini-uvi móvil hasta que llegue la UVI móvil de verdad, etc.
Es decir, que aporta algún bien a la comunidad.

Nuevos conceptos para coches disruptivos

El coche inteligente requiere de una nueva manera de entender viajar en coche y una configuración disruptiva de los elementos en su interior.
No podemos tener la misma configuración de coche que tenemos desde que en 1885 salieran los primeros coches de combustión de gasolina: filas de asientos que miran el sentido de la marcha, un volante redondo, ventanillas para poder ver y respirar, etc.

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El coche servía casi únicamente para desplazarse de un sitio a otro y ahora puede tener otros usos, lo que cambiará la configuración de los asientos (que se giran, se quitan o se tumban de manera flexible en función de las necesidades de cada momento), y de otros elementos como neveras, enchufes, pantallas, etc.
Y con ello los sistemas de seguridad pasiva (airbags, estructuras deformables, etc.) deberán de adaptarse a esas nuevas configuraciones flexibles.

Como ves muchas oportunidades para el sector. 
Y también amenazas para otros medios de transporte como el tren. Poder conversar, leer, trabajar o jugar, y no llegar cansado a destino ni tener que aparcar en el centro, además de no necesitar carnet de conducir, son algunas de las ventajas del tren, que podría adoptar el coche inteligente

¡El show está listo para comenzar!

Ahora tocará observar qué actores deciden adoptar el rol de pioneros, cuáles el de early adopters y cuáles esperarán a subirse al carro cuando los anteriores crucen el abismo (the chasm). Estos últimos igual se caen por él.

El otro día le dije a mi mujer que los coches se conducirían ellos solos.
Ella no se lo creía.

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