Tener humor y reírse es, no solo un síntoma de buena salud, sino un recurso que puede resultar muy creativo. El humor es uno de los ingredientes que más contribuye a lograr una actitud y predisposición creativa, porque relaja los tensores cerebrales responsables de fijar los límites, normas, reglas, y demás "verjas psicológicas". De hecho, cuando nos reímos, se produce en nuestro cerebro una desactivación en el lóbulo frontal, que nos envía el mensaje de "suéltate", "puedes permitirte perder el control".

Pero además, hay un detalle sumamente importante en este tema: cuando nos reímos y nos divertimos, valoramos los errores de otra manera, sin tanta importancia. Esto facilita un clima permisivo en el que nos podemos dejar llevar y cuestionar con apertura los porqués de las cosas, ser espontáneos e improvisar.

Recientemente trabajé con un grupo de adolescentes acerca de temas que tenían que ver con su propio equipo. Cuando llegué a la sesión y me presenté había un silencio sepulcral. El lenguaje corporal de los asistentes decía algo así como: qué nos van a hacer hacer. Me tomé unos segundos para reunir bien cerca al grupo y en un susurro les dije: Qué miedo, ¿no?, ¡cuánta gente ha venido hoy!, y haciendo una mueca graciosa: Estoy un poco escagarrufiada. Hubo una carcajada general, los cuerpos se soltaron y los brazos se descruzaron. Ahí me presenté, expliqué qué íbamos a hacer y, en cuanto saqué los bloques de plastilina con los que íbamos a trabajar, el grupo cambió totalmente su predisposición y asumió el trabajo como propio. Ya no era una sesión de control, era una sesión de creación.

El humor y la risa están íntimamente ligados con ver las cosas desde otra perspectiva. Reírnos nos ayuda a desplazarnos hacia el lugar desde el que podemos contemplar y contemplarnos con otros ojos. Y ello porque el humor relativiza, porque es la brisa de aire fresco que empuja la hoja de la ventana y, cuanto menos, la deja entreabierta para que podamos enriquecernos con lo que hay fuera de nuestra casa.

Cuando tenemos la "mente divertida", solemos irnos a lo descabellado y perdemos la seriedad que en muchas ocasiones nos impide darle una oportunidad a las ocurrencias que tenemos. Con el humor nos trasladamos fuera de lo que hacemos cotidianamente, aspecto éste clave (no exclusivo) para generar ideas.

Por ejemplo: ¿habéis jugado alguna vez al juego de las películas por WhatsApp? Indudablemente resulta gracioso escribir con emoticonos el título de una película. Y cuando alguien los escribe y pregunta cuál es la película, no sólo empiezas a hacer asociaciones nuevas entre los emoticonos y la filmografía que conoces, sino que, en ocasiones, nos da pie a idear nuestra propia combinación de imágenes para otro título que conocemos. ¿Cómo pondría yo "Despertares"? es la pregunta que te desafía y entonces empiezas a revisar la lista de emoticonos. Seguramente no lo harías si no te sintieras divertido y buscaras la diversión para otros.

Y todo ello hablando sólo de generar ideas, cuando también tiene su aporte en el clima de trabajo, en la presión y el estrés, en la autoestima…

Ábrete a más posibilidades con una sonrisa y proponte reírte un poco cada día en los proyecto que emprendas. Haz un chiste con ellos, o escucha el que te hagan otros. Esperamos que nos cuentes los resultados.

¿Qué tal si todo fuese una ilusión y nada existiese en realidad? Entonces habría pagado definitivamente demasiado por mi alfombrado.
- Woody Allen -​